Debutaba en esto de las marchas, Jordi, nuestro último fichaje. Aunque ya había demostrado su capacidad en la subida a Andorra del mes de julio.
Por no alargar mucho la cosa, nos dejaron fuera de control en el primer avituallamiento. A partir de ahí, nos tocó buscarnos la vida, mendigando una prórroga para los rezagados en cada parada.
Luego, desaparecieron las flechas en los cruces, pero nosotros seguimos con el recorrido. El espíritu brevetero de autosuficiencia y Hermandad nos envolvió hasta completarlo.
Organizar algo así no ha de ser fácil, pero la falta de flexibilidad, no la entendí.
Dieron los dorsales más tarde, salimos con 15' de retraso y llegamos a las 15:15,
Así que si asumían el retraso, estábamos en hora.
A pesar de todo, me da igual.
Por una vez fuimos juntos. En las subidas cada uno a su ritmo, pero luego siempre reagrupando.
Me quedo con eso.
En plena subida
La Grupeta
En la Fuente de Prades