Normalmente,
no suelo contar cosas que salgan de lo que es el ciclismo para mí y los
míos. Salidas, rutas, entrenos, almuerzos, materiales...
Pero esta vez
es diferente. Un familiar, tiene que someterse a una intervención y
luego precisará de mis atenciones como "enfermero", no sabe donde se ha
metido, jejeje.
Así que la
temporada brevetera ha tocado a su fin. A partir de ahora mi prioridad
es que se recupere lo antes posible. Conforme vayamos viendo como
evoluciona la cosa, igual os cruzais algún día con una bola enfundada en
lycra montada en bicicleta. En el bolsillo de atrás del maillot, en
lugar de barritas, llevaré una libreta para ir apuntando los que no
tengan piedad de mí, por que como dijo Patton, "volveré"
El día de Sant Jordi, salí a rodar intentando tener la cabeza en otro sitio y a la altura del Parc del Garraf, me encontré con un par de fieras que antes de la Maladona ya me habían dado lo mío y lo de alguno más. Por suerte me encontré con Miguel que después de la marcha de btt de Sitges había salido a rodar, sino otro que ni lo huelo.
La previa a la batalla
En las Costas, pasamos a un veterano que seguro habéis visto más de un día, lleva un triángulo de esos de avería, lo que tenemos que hacer algunos para practicar nuestro deporte...
Miguel esperando y el del triángulo.
Los calcetines recuperadores, otra marca al sol
Desde Sitges, fuimos hasta Cubelles y vuelta. Miguel se quedó en Sitges y yo continué ya en solitario.