Seguimos
con las salidas de agosto, calurosas, con poca participación y menos
ganas de sufrir todavía. Congregados en la rotonda, Daniel, José, Gaspar
y Juan. Estos dos últimos notan que el verano está llegando a su fin
por que han de salir ya a oscuras de casa.
Arrancamos tranquilos. Ya en las Costas se
lía un poco de batalla. La justa para que el pulso ya pegue el primer
subidón y quemar un poco de carbonilla. Afortunadamente, en cuanto dejo
de pedalear, siempre que no haya pasado la zona roja, recupero bastante
bien. Eso es buena señal.
S. Pere de Ribes y al ir tirando en
cabeza, hoy no se sube el Col du Casino, a rodar se ha dicho!!! C31,
tomamos el camino hacia el pantano. Daniel se despide de nosotros al
tener bono-bici reducido.
¿Qué es un bono bici?
Es un permiso de salida virtual, que
todo ciclista que conviva con alguien, tiene que saber gestionar. Se
trata de acumular puntos positivos, no parando algún día a
desayunar, quedándote algún día sin salir...hasta que un día de esos en
los que te lías la manta a la cabeza, entras en casa, llegas a la hora
de los postres sonriente por que le has mojado la oreja al que siempre
te está llevando con el gancho, mientras notas un frío que recorre tu espalda.
Sabes que desde ese momento, tu bono-bici queda a 0 o incluso acumula un
saldo negativo que tienes que intentar recuperar de nuevo.
Después del tocho, seguimos. Nada más
coger la carretera del pantano, una grupeta a 200 metros.
Ritmo de caza
Gaspar se gira
constantemente implorando que nos vayamos tras ellos. Vamos a darle el
gusto. Paran nada más terminar la primera cuesta, así que de momento
seguimos viaje los cuatro. Un poco más adelante, nos alcanzan y empieza
el baile. Por si éramos pocos nos juntamos con un grupo que llevan un coche de apoyo
incluido, que envidia!
Así da gusto
Primer calentón del día y levanto el pie para ir
recuperando. Juan tiene que parar a enderezar el cuenta y lo espero
pasado Castellet. Camino del Arboç, José y Gaspar que habían disputado
hasta el final nos esperan.
Hasta luego fieras!!!
Suenan las 9 campanadas y las oímos
entrando en el bar de Sant Jaume dels Domenys. La media por encima de
28, estratosférica para mí. Una Cola rápida (bono-bici) y los dejo
desayunando mientras yo deshago el camino para volver. Casi a pie de
Costas empiezan a pasarme ciclistas del Ratpenat (murciélago en
catalán), Iván va entre ellos, a la ida con el padre y a la vuelta con
el hijo. Sé lo mucho que andan, pero voy a intentar aguantar con ellos
lo que pueda. Me quedo a rueda del último para no molestar y que Dios
reparta suerte!
Persiguiendo murciélagos
Marcan un ritmo fuerte pero sin tirones.
Pasada la cementera, se van, sólo puedo quedarme a rueda de tres,
incluida la única chica que iba con ellos. Casi coronando la Maladona,
un coche me hace de tapón y se me van. Ni por la izquierda ni por la
derecha, decido quedarme detrás del coche por que unas veces frenaba,
otras cerraba... En la recta del pueblo de Garraf meto todos los hierros
y llego a tenerlos a unos 20 metros pero las 195 pulsaciones del Polar
me avisan de lo que se me viene encima.He gripado el motor, no puedo
más. Me da un sofoco y el calor y el bochorno del día me golpean
duro. Ni Ratpenats, ni caracoles, no puedo perseguir ni a mi sombra. Me
cruzo con Peter que ha podido despegarse aunque tarde de las sábanas. Ya
llego, ya llego.Paro en Pasqbikes, por que el otro día se me cayó la bici, por el lado del cambio, claro, puro Murphy y me rozaba la patilla con los radios en la última corona. Me lo solucionan en un plis y
para casa.
Como cansa esto de perseguir murciélagos.