jueves, 31 de julio de 2014

Homenaje al ciclismo ninja y Luchon Bayona (II)

Entrada dedicada a Manolo Tusinu agradeciéndole su interés en este blog y llevando su camiseta del "ciclismo Ninja" que tuvo el detalle de regalarme, en el mismo Luchon, uno de esos sitios que destila ciclismo.

 El ciclismo ninja asalta el ayuntamiento de Luchon

 Previa a la salida

 Parte final de Peyresourde, desde el coche de mi cuñado

 Superando a las nubes en el Aspin

 A la saca!

 Ste Marie de Campan, la fuente mítica

 OOOOLEEEE nosotros!!!

 Circo de Litor

 Guau!!!!

 No, no éramos nosotros

 Las bicis gigantes del Aubisque

El diluvio final

martes, 29 de julio de 2014

Keep on rolling

Seguimos, después de un receso.
Julio,
Sanfermines,
Los profesionales se han batido el cobre en el Tour, nosotros hemos sobrevivido a las etapas sesteando.
He bajado un poco la intensidad de las salidas y la cantidad de kilómetros. El calor hace mucho también.

Aunque también es mala suerte salir y encontrarte este tiempecito como hoy

Ni el sol puede con las nubes 


 Silba, silba que hoy te mojas, jejeje

Hemos roto la línea de vagancia que llevaba que ya es algo. Espero que las claritas no se me instalen definitivamente en la línea de flotación


jueves, 3 de julio de 2014

Luchon- (casi)Bayona

Crónica de la (pen)última gran aventura de momento. Salimos de casa tempranito, cargamos maletas, bicis e ilusiones. Por delante 400 km en los que hablamos de todo. Paramos a tomar café en un pueblo de Lleida, coincidimos con tres Rat Penats, por si quereis más información llegaron el 1, el 10 y el 20. ¡¡¡Como andan los de mi pueblo!!!


Aquí se respira ciclismo del bueno

Llegada a Luchon, donde rápidamente nos alojamos en el hotel y buscamos un sitio donde poder comer. Las 14 horas y en una pizzería ya no quieren atendernos... Definitivamente el horario continental es otro concepto. Encontramos un restaurante donde comemos con el 98% de la población de moscas del pueblo rodeándonos. Estresante.
Pasamos por el ayuntamiento y recogemos las acreditaciones y los maillots conmemorativos. Paseamos para hacer pasar la tarde, que evidentemente se niega a pasar. Por suerte la cena a eso de las 20 nos acorta la espera. 

A por la hoja de ruta


El taller merece una visita



Los que llegan de Bayona, recogiendo sus bicis


Pasamos la noche y a las 5 abajo a desayunar. El día despejado y nada frío, asi que manguitos abajo y chaleco a la espalda. Si hace frío el Peyresourde me lo quitará. Jolín con el puerto, en todas las crónicas que había leído lo pintaban casi como un trámite y se agarra como velcro. Foto en el cartel y allí están ya esperando Juan y Daniel.


Las puertas del infierno, abiertas

Mingo, un brevetero que anda y mucho

Parte final del Peyresourde, impresionante

A la saca!!!

Bajada rápida, vemos a uno tumbado en una curva y eso siempre te deja mal cuerpo. Empezamos a subir el Aspin rodeados de una niebla espesa que no deja ver nada, vamos ganando altura y cuando superamos la niebla, veo pasar a mi cuñado con el coche al que no podré dejarle de agradecer el tute de conducir que se pegó para acompañarnos en esta aventura. Los desniveles son brutales, no por la pendiente si no por lo continuo, km enteros al 7,5%, 8%  te van limando las fuerzas.

Sobrepasando las nubes

Los cartelitos (des)motivadores

Pactamos reagruparnos en St Marie de Campan, para afrontar el Tourmalet. Resumiré la subida rápidamente. Brutal, me pegó un castañazo en toda regla. La cola que me proporcionó mi cuñado antes de las antiavalanchas, ya cayó en saco roto. La retirada era una cosa que pasaba por mi mente cada poco. Subí arrastrándome. No sé el rato que se pegaron arriba esperando y ellos son unos caballeros y tampoco me lo dirán. 

Mítico, no hay palabras

No engañan a nadie

Bajamos unos km y sellamos. La bajada con un viento que nos sacudía y muchos tramos en obras hizo que la carretera se volviera una trampa en la que cayeron un par de vascos. Después de interesarnos por ellos, seguimos la bajada.
Comemos en Argeles. Desde allí el Soulor, lo subo estupendamente, los espaguetis tenían algo mágico seguro.
 
Daniel coronando el Soulor

Desde allí, el circo de Litor nos deja boquiabiertos. El Aubisque, se atraganta en el último km, pero ya nos hemos quitado lo peor. O al menos eso creíamos.

Circo de Litor, te dejaba boquiabierto


Las bicis del Aubisque

Las nubes de fondo no anunciaban nada bueno

Primera reunión por la lluvia

En la bajada empieza a llover, luego jarrea y unos pocos kilómetros más adelante el menú completo, agua, viento, granizo. Pocos km más adelante nuestra participación en la Luchon termina en el parking de un supermercado donde nos cambiamos y cargamos las bicis. Hacemos noche en Bayona, donde coincidimos en el hotel y en el restaurante con los del Rat Penat, oyéndolos hablar, te das cuenta que están en otra liga. A ver si ser nos pega algo, jajaja.



 Al rescate de la placa voladora

En el camino de vuelta, anécdotas como perder la placa de señalización en S. Sebastián y tener la suerte de poder recuperarla. Aunque al principio me quedé con mal sabor de boca por que fui yo el que tomó la decisión, ahora creo que fue la acertada.