domingo, 31 de mayo de 2015

Entrenando y estrenando que son gerundio


Síiiii, lo sé, no puede uno quejarse de que tiene pocos seguidores y lectores si luego los descuida y no va actualizando las entradas. Durante estos días, he tenido la oportunidad de reestrenar la mtb. Tuvo un problema con la pintura y después de la Monegros, recogí la nueva, pero como estamos un poco de pega, también pecaba de lo mismo, así que una semana después de haberla recogido y sin haberla sacado a rodar siquiera, volvía a estrenar bici. 
He salido ganando con el cambio, el nuevo cuadro es un modelo superior y por si acaso ya lo estrené el otro día. 

 

 Esta solo la he tenido una semana, ni polvo cogió


 La definitiva (espero)

De las fibras, sus reacciones, ángulos y demás… Pues ni idea. Que va bien, sí. Pero no me pidáis más por que tampoco os sabría decir.
Ahora se quedará aparcada hasta que pase al menos la brevet de 600 y tenga ya el pasaporte completo para ir  a París.
Sigo pensando en la logística. Aunque parezca mentira, ahora mismo la menor de mis preocupaciones son los 1200 km largos de la prueba. El viaje, el alojamiento, son cosas que no acabo de tener cerradas aunque aún no sé si es el momento de agobiarme por ellas.

 Bolsa manillar con soporte


La otra proveniente de garantía

Como veis he tenido suerte mala y buena. Mala por lo que me ha pasado con las bicis y buena por las garantías.
Pronto tendré la brevet de 600, el último escalón para el camino a París.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Brevet 400 km El Plà de S. Maria

Si me pidieran que explicara la brevet de 400 en dos palabras serían: “Ya pasó”
No lo puedo describir de otra manera. La semana previa, mucho trabajo, el día de antes acababa de preparar la bici y la bolsa casi a las 23h. Tuve que cambiar la tija de la bici para poder acoplarle el transportín, mover el sillín podía implicar alguna complicación a nivel articular o muscular. Así que cuando me sonó el despertador a las 03.00, mi primer impulso fue dar media vuelta y quedarme en casa. Desayuné como un autómata, puse la bici en el coche y… el navegador decide morirse, joooo*****. Consulto el móvil, aunque con la de veces que he ido al Pla de Santa Maria, ya debería ir con los ojos cerrados, pero uno es así de torpe. En el peaje de la C-32 control de alcoholemia, afortunadamente el ir vestido de romano ayuda a facilitar el trámite, pero cada vez me da más la sensación que hoy no es mi día.
Recojo el carnet de ruta y aún con el runrún en la cabeza, termino de prepararlo todo. Esto ya no tiene marcha atrás. Empezamos subiendo.

 
 Aquí se cortó el gran grupo

 


 La subida a Prades, pero sin coronar, en Farena giramos. Ha pasado el primer control, seguimos sumando km. Llegada a Arbolí. 

Francisco en plena rampita

Segundo control. Aquí me avisa todo el mundo que la bajada está en muy mal estado, y no me engañan. Solo espero que no se me suelte ni rompa nada, por que estoy donde Cristo dio las tres voces y no querría quedarme solo.


El tramo hasta Vinebre, CR3 km 110, es bastante plácido, todavía no pica mucho el sol  el terreno es bastante favorable. Ya está formado el grupo con el que compartiré la ruta hasta el final. Batea, CR4 km 144 seguimos a toque de corneta, Francisco, nos pastorea como ovejitas para que no acumulemos retraso en cada control. De Bot a Horta, tomamos por la Via Verde. 

Pánico en el túnel

Nos cruzamos con un montón de familias con niños que al tener el desnivel a favor van que vuelan por unos túneles muy oscuros. Evidentemente, entonces nosotros vamos subiendo. Llegada a Horta de Sant Joan, CR5 km 169, donde paramos a comer. 

 
 Algunos comen hasta con casco, aquí se para poco


Coincidimos en el bar con Agustí y Joan, ellos van a otro ritmo, así que no los veré más. Comemos pasta, evidentemente, y salimos a escape. 

Pocas gana de salir de la sombra


 El amigo Xavi, no veas como anda

Yo no tanto...jejeje
 
Afortunadamente. El terreno es favorable y aprovechamos para adelantar camino hasta Mas de Barberans que vuelve a picar para arriba. Una vez allí rellenamos bidones y vaciamos vejigas.
Llegamos a la Senia CR6 km 238. Aquí, tuve un pequeño cruce de cables con un compañero sin venir a cuento. Desde aquí mis disculpas, no sé si por el cansancio o por que. 

 
Invasión de gasolinera

Tiene gracia el cartelito de marras

Mare Nostrum al fondo
 
Les Cases d’Alcanar CR7 km 265, ahora da gusto rodar, viento a favor y después de un rato por la peligrosa  N340, vamos entre campos y más campos de arroz. 

  
Plantación de hidratos, digo de arroz

 Cae la tarde y seguimos

Deltebre CR8 km 295 Aquí nos enteramos que el Barça ha ganado y sellamos justo cuando Cristiano falla un penalti, pero este blog trata de ciclismo, así que seguimos camino a El Perelló , donde cenaremos. Nos quedan menos de 100 y a partir de aquí solo queda tirar de experiencia y de coco. 

  
Ya casi llegamos
 
De noche y cansados, el verdadero 400 empieza aquí. Desde Reus hasta El Pla diríamos que más de 5’ en la misma pose no puedo aguantar. Mi trasero está harto del sillín y se queja cada poco. Yo que soy de subir puertos enteros sin levantarme, estoy más rato de pie que sentado. Desde que terminé de cenar también voy sin guantes por que las palmas me arden del roce.

Los 14 magníficos

Ya se ven las luces del Pla y casi 21 horas más tarde, termino la brevet. Entrega de la hoja de ruta, medalla, llamada para decir que todo terminó, ducha rápida y para casa.
Durante esa noche, los calambres me tuvieron en vela casi todo el resto de la noche. Otro punto a mejorar. La hidratación. 


 Vaya cara después de 400 km

Algunos datos



































lunes, 4 de mayo de 2015

Monegros 2015
















Si me venís siguiendo habitualmente, sabréis de mi poca actividad con la bici de montaña. A pesar de ello, aún no sé muy bien como, me dejé convencer para participar en la Maratón de los Monegros. 123 km de rodar, de subidas, aunque nadie te diga que las hay, bajadas, gente y polvo, mucho polvo.
Empiezo bien el día. La noche de antes puse el despertador mal y me levanto con el tiempo justo de lavarme la cara engullir un yogur y salir por la puerta con la bolsa en una mano y la bici en otra. Cargamos las bicis y nos distribuimos en los coches. A la altura de Martorell, empezamos a ver otros vehículos cargados de bicicletas, una verdadera expedición en toda regla. A mitad de camino paramos a tomar un café despertador.


Casi nadie participaba
 
Llegamos a Sariñena y ya no nos dejan pasar al pueblo, así que cogemos el camino a la ermita de Santiago donde aparcamos. Bajada al pabellón para recoger los dorsales. Un diez para la organización. Nos tratan de lujo y rápido.

  
 Fue rápido

 Ya con los dorsales, nos dirigimos a una zona de picnic donde engullimos el plato del día, ensalada de pasta, falla un poco la hora, las 10:30, pero la salida es a las 12.


El desayuno de los campeones

Montamos las bicis y tras un ajuste a la dirección de Daniel, vamos a por el cajón. Nos despedimos de José y Juan que estarán en otro. Rápido acceso  y a esperar hasta la salida. Salida, como siempre y esto no varía con la de la flaca, a saco. Antes de la salida del pueblo una ambulancia para atender a un herido y un voluntario nos para. Ya estoy solo, bueno con 5999 ciclistas más pero sin mis compañeros.


La sonrisilla nerviosa de la previa


Llevo el track y decido saltarme el primer avituallamiento en el km 33, llevo bebida y comida de sobra. El sol pega y el viento no aparece, así que día ideal. El ritmo endiablado, las bajadas a saco y el llano igual. Ya voy medio blanco y acabaré mucho peor, seguro.
Sin pulsómetro, a saco, aflojando cuando me noto ahogado. Empieza una subida, le pregunto a uno que llevaba el rutómetro en el manillar si eso era lo duro y me dice que sí. Pues nada, paciencia y a la derecha.
Después de leer en foros y como bien me dijo un compañero brevetero, la Monegros es como una estampida de ñus como las que se ven en los documentales que usamos para hacer la digestión. Así que siendo consciente de tus limitaciones y con un poco de suerte, puedes llegar de una pieza. De camino al segundo avituallamiento, pierdo un bidón que recogí después de una marcha celebrada cerca de casa, así que lo que la marcha me dio la marcha me quitó. Aceito el cambio y la cadena con un bote que llevaba por que eso sonaba ya demasiado y a correr. Toca un falso llano y con aire de cara. A pesar de ello tiro y tiro. En el tercer avituallamiento, pit stop de formula 1, relleno con agua y como un poco de todo. Me da nuevas energías para seguir tirando. La bajada del cañón… En fin, todo lo rápido que pude. Allí además se juntaban las dos marchas y te podías encontrar con algún problema de más.  Decido comer y beber cada media hora para que los amagos de calambres no me encuentren vacío. He de decir que en la última parte de la marcha no recuerdo que me pasara nadie salvo en los dos últimos km donde aflojé para evitar alguna caída tonta en las zonas estrechas.


Sucio pero contento



 Los pistones embarrados

Llegar, alguna foto para poder ilustrar la crónica, lavar la bici y reencontrarme con los colegas. Dos caídas, la de Juan que le impidió terminarla y la de Daniel al que un energúmeno tiró en plena subida.
Cargamos las bicis en los coches y de vuelta a casa.
Sensaciones encontradas, por un lado la de no repetirla y en el otro que de aquí a unas semanas surja la pregunta de: ¿Por qué no?