domingo, 25 de junio de 2017

Pailheres, qué ca..ón que eres!

Esta salida clásica que hacemos cada año, no sé si por coincidir con la QH, o que  la gente no ha podido, pero al final nos juntamos 5 valientes.
Después del madrugón, dejamos los coches en Puigcerdà y empezamos a subir Puymorens. Yo me estrenaba  en este puerto en bici. Con el coche me daba la sensación de ser bastante tendido y llevadero.
 El primero a la saca

La bajada un caos. El que me vuelva a decir que los franceses respetan a los ciclistas...
Llegamos a Ax les Thermes y para arriba. Sin pausa ninguna. Pailheres nos espera. Encima con obras.
 Básicamente que había grava en toda la subida

Reconozco que le saqué las telarañas al piñón de 29 ya que lo llevé casi toda la salida, entre otras cosas por no poder ponerte de pie para no perder tracción con la gravilla. Se me hizo un pelín larga la subida, pero aún así no paré en ningún momento, aunque fuera a paso de tortuga.

 Los caballos no se la quisieron perder.


 Y pensar que son para comer...

En la bajada, Quique pincha y el único que estaba allí soy yo, así que cambiamos cámara y para abajo.

Las paellas de Pailheres

En la bajada nos cruzamos con Gabriel y su grupeta. Desde luego que el mundo es un pañuelo. Y siguiendo con los tópicos, aquí nadie entrena.
En Mijanes, paramos en un bar, donde con toda la desgana del mundo nos sacan unas cocacolas templaduchas y tras mucho rogar unas chips y un poco de queso.
Subimos el Col de Hares que se agarra como una lapa. Ya de bajada, en Formigueres, la boulangerie, cerrada por vacaciones. Nos desquitamos con unos paninis y unas pizzas en un bareto de al lado. Ya desde allí solo queda algún que otro repecho y la bajada hasta Puigcerdà, donde no echo de menos el piñón de 11, ya que yendo agarrado abajo y bien acoplado, llego a coger más de 60 km/h.
En definitiva, genial día de bici.

martes, 13 de junio de 2017

Montsec-Montsec GF190 km

Después de participar en la primera edición allá por el 2009, como pasa el tiempo, este año participé en la Montsec. Un recorrido duro, que no da pie al descanso. La previsión meteorológica no pintaba bien, pero algo ha cambiado en el espirítu de este brevetero, que hace que la posibilidad de mojarse se reciba con un ligero encogerse de hombros.
Además esta marcha te daba la opción de recortar en dos ocasiones por si realmente se abrían los cielos y caía el diluvio.
Mientras recojo el dorsal y me como un trozo de coca gentileza de la organización, llega Pedro que pasa el fin de semana con la familia por allí.

Un rayo de sol, uooo oh

Salimos puntuales y ya nos perdemos de vista. Desgraciadamente para él, me lo vuelvo a encontrar más adelante reparando un pinchazo. Mientras acabamos la operación, llega un coche de asistencia mecánica y yo arranco ya sabiendo que en breve me cogería.

Los dos jinetes listos

Bicis eléctricas, tú que piensas, ¿Sí o no?

La previa

Tras la salida, nos despistamos y al cabo del rato, me lo encuentro en el margen con un pinchazo casi reparado. Llega un vehículo de asistencia y mientras le da las últimas manchadas, yo arranco sabiendo que en breve me cogerá

Ager

Pasado Àger, lo vuelvo a encontrar. Esta vez ha caído su cadena entre el antisalida de cadena y el cuadro. Afortunadamente llega otro coche de asistencia. Allí ya me comunica que su intención de hacer la larga ya no le motiva.

Comiols

Después de Comiols, estando a punto de llegar al cruce de la media y la larga, la duda. Hago la larga y me mojo o la media. Con la grupeta que voy, los cuatro hacen la larga. Así que para allá que voy. En la Subida a Hostal Roig se abre el cielo y empieza a caer una tromba de agua. Suenan truenos y yo pienso si la Van Nicholas no hará de pararrayos, gluuups.

Tras coronar Hostal Roig, donde no hay foto por culpa de la que caía, me pongo el chubasquero y para abajo.
Un aplauso a los voluntarios que señalizaban la bajada, alguno de ellos en medio de la calzada, con la que caía. Ya solo queda el alto de Fontllonga. Pillo a cuatro ciclistas pero van apretando en los repechos y los tengo que soltar, mi ritmo es otro. Así no duro nada.

Fontllonga, casi a la saca


Después de muchos km en solitario, llego y me encuentro con la agradable sorpresa que Pedro y su familia me están esperando. Comida en el pabellón, llamada a casa, cargar la bici y viaje de vuelta.

La cara lo dice todo

Conclusión, muy buena marcha, buen recorrido y organización impecable. No descarto repetirla.

martes, 6 de junio de 2017

Merolla, Creueta, Collada o como pasar un jueves

Después​ de cambiar los desarrollos y poner algo más compacto, un 12-29, surgió la posibilidad de salir un jueves para Campdevànol y desde allí hacer un bucle que nos permitiría acumular desnivel. Al final fuimos 5, todo un lujo poder ir en grupeta entre semana.
Tras el café y la coca de rigor, arrancamos con la subida al Coll de la Merolla.
Aquí ya me di cuenta que era "el del medio de los Chichos". Ni tan fuerte como para ir con Peter y Jaume, pero con un puntito más que Quique y Juan. Así que el que se quedó solo fue un servidor.

Primero del día

La bajada hasta la Pobla de Lillet y luego el duro arranque de la Creueta. Para mí lo más duro del puerto. Aquí sí tuve que poner el 29 si quería acabar la salida dignamente. Es un puerto largo, muy largo. Pasado Castellar de N'hug, donde no debéis dejar escapar sus croasanes gigantes, se abre al valle y permite ver por donde te va a tocar subir. Bueno si vas persiguiendo y con piernas y no tanto cuando vas tocado.



Después de reagrupar arriba, bajada hasta Alp, donde en una terraza repusimos fuerzas. Ya solo quedaba la Collada de Toses. Yo recordaba que en la última parte había podido ir a plato la otra vez que vine y a base de pensar en ello mantuve un ritmo vivo.

Ya atacaron de salida

La Chinook tras su primera Collada

Para la salida llevé la bolsa de manillar, se está convirtiendo en algo imprescindible cuando la cosa se alarga o como era el caso, podía pasar del calor al frío durante las bajadas, además de poder llevar crema solar, algo más de abrigo, etc.