Ah no que soy yo!
En la incorporación siguiente, veo a un ciclista. Voy a por él intentando no pasarme de pulso, cosa difícil. Como no tengo muy marcado el recorrido que voy a hacer me dejaré llevar por lo que haga mi liebre.
Va hacia el pantano, pues allá que voy.
Nada más coger la carretera del Pantano le doy alcance. Me cede el paso, pero no, intento ir a su rueda aunque a los 200 m le abandono, lleva un ritmo demasiado alegre. A ls dos minutos me pasa un ratpenat con el plato fiuuu, otro que va sin cadena. Aquí el único que va despacio y mal soy yo? Al rato veo a mi liebre que se da media vuelta. Al llegar a su altura me pregunta si llevo bomba. Hoy por tí...
Paro y le presto la bomba. Después de inflar, arranca otra vez comentando que tiene prisa, adios socio.
Ya se fue, por 2ª vez
Después de pasar por Castellet, cojo la subida a Clariana, traaanquilo, muy tranquiiiilo, a pesar de eso el pulso está un poco alto.
Clariana ya se ve
Bajada y nueva toma de decisión, ¿izquierda o derecha? Pues va a ser a la izquierda, aunque ahora no esté de moda. Carretera pestosa para el tráfico hasta que cojo el desvío a Calafell que pica para abajo.
Pasado Cubelles, me noto vacío. Son casi tres horas de pedaleo continuo y a pesar de haber estado comiendo y bebiendo, la flojera se ha apoderado de mí. Hace tiempo que no estoy tanto rato encima de la bici y se nota.
Fin de fiesta. Las costas me esperan con su dureza relativa, hoy son un pequeño puerto, es lo que tiene no estar fino del todo. El día radiante ayuda a distraerme un poco la comedura de coco que va asociada a la fatiga
Hoy si que vimos el sol
Llego a casa con 100 km justos, cansado pero contento. Ahora toca descansar y recuperarse. Este domingo iré a la Prehistórica, me han engañado para participar en esta marcha de montaña, ya os contaré.
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