miércoles, 15 de mayo de 2013

El cebo

Es normal ver en las salidas, sobre todo cuando te propones que sea una salida tranquilita, encontrarte con un ciclista de la especie "ciclista-cebo"

Es un tipo que aparece de la nada al girar en alguna curva, situado a una distancia asequible, al menos en un primer momento y una velocidad que crees muy inferior a la tuya.




¿Quién soy yo?

Normalmente al cabo del rato, cuando estás a puntito de pillarlo y ya ensayas tu sonrisa de triunfo, el cebo coge el primer desvío y te quedas con cara de tonto, con el pulso por las nubes y pensando que tu salida tranquila ya será otro día.

Eso en el mejor de los casos, por que como le de por girarse y verte, empezará a apretar y entonces ya... se armó el belén!
El domingo salí con el club, creo que era la segunda vez en toda la temporada y entre que la mayoría estaban en Remences y que el sábado llovió de madrugada éramos cuatro gatos.

 No había más

Como siempre ando escopeteado, no paraba a desayunar, así que asumí la cabeza casi toda la salida, intentando llevar un ritmo asequible para todos.

 Montserrat nos vigilaba

Así que yendo en solitario, me encuentro a uno no, a cuatro cebos, conforme me acerco a ellos, veo que voy a sufrir a su rueda, son conocidos y por un momento pienso en dejarlos ir, pero el pundonor y la inconciencia se imponen, así que aguanto con ellos hasta casa pegándome una buena paliza.


Los cebos

Hoy miércoles amenazaba lluvia, pero aún así  decido desafiar al tiempo y salgo a rodar, con ganas de hacer km. Las Costas en seco aunque con alguna mancha de humedad en el suelo. Llegando a la C31, empieza a chispear. Sigo, es recto hay buen arcén y el tren queda cerca. Llego a Calafell y enfilo hacia Bellveí, aunque el cartel que marca 33km a Tarragona me tienta, pero en día de diario, el tráfico pesado me tira para atrás.


 A Clariana que voy

Subida a Clariana tranquila, algún rayo de sol se deja caer para saludarme, así que decido seguir a les Ventoses, si se pone a llover, media vuelta

 
 Clariana

 Llego a l'Arboç, las nubes siguen a lo suyo, de momento me dejan en paz

 La Giralda enmarcada por nubes

Y llegando a Cornudella, mi cebo del día aparece, intento no apretar demasiado, el desvío a Vilafranca está ahí mismo y como lo coja antes, seguro que desaparece por ahí.

 El cebo en la distancia ideal

Va camino de Ventoses, así que poco a poco le voy recortando metros, va un pelín atrancado, así que cruzo un par de frases con él y le rebaso, voy haciendo la subida a mi ritmo. Lo noto cerca, sé que es un puerto largo y si hago un esfuerzo por dejarlo, lo pagaré, además a mi me queda la vuelta.
Llego arriba, el compañero pasa y se deja caer para el otro lado. Dudo si ponerme el chaleco, por que paso demasiada calor con él así que me abrocho el maillot y para abajo con precaución, no está la carretera para muchas alegrías.

Pantano de Foix

Llego a Vilanova y me noto pelín vacío, pararé en Sitges a comer algo.Ya en Sitges opto por no arriesgar y continúo el camino, así que paso las Costas en seco por dentro y por fuera. Ya en la panaderia del  paseo, me recompenso con un magnífico bocadillo. Hoy si me lo gané.


No hay comentarios:

Publicar un comentario