domingo, 7 de febrero de 2016

Febrero, carnavales y pedales

Pues eso, mes número 2, al menos eso se encargó el cuenta de decirme el otro día después del entreno.

Casualidades de los números.

El otro día unos ruiditos me volvían loco, así que mecánica popular, parte I:  Aflojar, limpiar y engrasar. Los pedales son una fuente generadora de ellos, así que grasa a tutiplén. Primero intenté pasarlos por la barriga a ver si así mataba dos pájaros de un tiro, pero... no funcionó.

Listos para el engrase

Cada vez estoy más contento de haber dado paso al titanio. Además con esta geometría tan clásica, hay bici para rato.
Junto al mar

En cuanto a las salidas, pues vamos dándole al pedal. El otro día con Juan, llegamos a pie de las Ventoses. Primera rodada del año. Él estrenaba casco, creo que lo ha comprado a imitación de algún ídolo del ciclismo... ¿Quién será...? jejeje


Dos mojitos

Definitivamente como le siga incorporando cacharros a la bici, no habrá quien la mueva, pero este, a parte de friki, puede ayudar a que alguien no se me lleve por delante, así que puesto desde ahora está.
Es una luz de freno. Sencillo y efectivo. Al accionar el freno, el cable cierra la pinza y se enciende la luz.

 Instalado

 Funcionando

 Foto sin flash

Si quereis uno, yo lo compré en Artbike y allí mismo me lo instalaron en un santiamén. Los sueños para tener una bici ultraligera nunca me quitaron el sueño, pero si es por una buena causa, merece la pena.




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