Uno de ellos es el que dice que hay dos tipos de ciclista el que se ha caído y el que se va a caer.
Desde ayer yo he pasado o mejor dicho he vuelto a pasar al primer grupo.
Además fue de la manera más tonta, cosa que siempre pasa por que uno no piensa como se va a caer, pero imaginaos en solitario, buen arcén, sin tráfico (menos mal) y todavía no sé por que la cadena se clava y plof, al suelo.
Me levanto rápidamente, meto los bidones para la cuneta y empiezo a comprobar el destrozo en cuerpo y máquina. Raspadas en antebrazos y manos, golpe en la cara parado casi del todo por el casco, un par de moretones en las piernas. Parece que nada roto.
Pasamos a la máquina. Maneta izquierda destrozada, manillar girado y nada más, ni tan siquiera el sillín raspado.
Para una mujer y un repartidor que se interesan por mí y llaman al 112. A los 5 minutos y después de despedirme de ellos y agradecerles su interés llegan los de la ambulancia.
Primer problema. No pueden cargar la bici en la ambulancia y yo no quiero dejarla abandonada, así que salto un talud con la bici y la ambulancia y yo estamos en una calle más tranquila para que me atiendan sin perder de vista la Canyon.
Una vez hechas las curas, enderezo el manillar y comprobado que al menos el freno trasero funciona enfilo hacia la estación de tren de Cunit para llegar a casa.
Como las desgracias nunca vienen solas, cae una tormenta de verano que me deja chorreando en el andén mientras espero.
Primeros momentos tras el tortazo
"Morritos" a lo Jagger
La maneta o lo que queda de ella
Una piedra clavada en el casco
Tras llegar a casa con el consiguiente susto que se llevaron al verme llegar hecho un cromo, vamos al centro médico de la federación donde me curan y me vacunan del tétanos. Después llevo la bici al mecánico, donde estará unos días.
La buena noticia es que todo esto os lo puedo contar en primera persona.
Pronto volveré...
Animo José!!!
ResponderEliminarA recuperarse lo que queda de verano y en septiembre tenemos que empezar a apretar fuerte las bielas!!! Ya sabes porque lo digo!
Dani.