El
otro día al ladito de casa, final de etapa de la Vuelta, con subida al
Rat Penat incluida, una ocasión única de ver a los profesionales volar
sobre las mismas carreteras donde el resto de los mortales nos
retorcemos como gusanos.
A tope
El
verano que no iba a ser verano, finalmente parece llegar a su fin,
lluvias, bajada de temperatura, los días más cortos la vuelta al cole...
Todo ello hace pensar en dejar las carreteras húmedas con el rocío
matinal y pisar la alfombra de hojas caídas.
Después de esta entrada tan meláncolica, toca bici y de la buena.
David y Dani
estrenaban mtb, dos flamantes de 29" y yo desempolvé a Caballo Loco, le
puse zapatos nuevos le cambié la cadena y al monte con ella. En el
primer repecho casi me voy al suelo, los piñones intermedios están todos
desgastados y la cadena pasa por ellos de puntillas, así que en unos
sitios me tocará ir atrancado y en otros con una cadencia tipo batidora.
A cola
Última curva
Dientes, dientes...
Ay si tuviera esto en la flaca...11-34
Desde el
invierno pasado la cantidad de gente corriendo por la montaña se ha
multiplicado, el fenómeno Killian Jornet ha llenado los caminos de gente
trotando. Otra forma de disfrutar de la naturaleza.
Como esta crónica la voy escribiendo con cuentagotas, ya
he cambiado las bielas piñones y pedales. A partir de ahora no hay
excusas que valgan.
Es septiembre, la época de apuntarse al gimnasio a inglés
o hacer una de esas colecciones de los kioskos, viendo a la clase
política hablar en inglés y como soy muy torpe con el ganchillo, casi
que mejor sigo intentando mantener una constancia en actualizar el blog,
si no mi amigo Daniel se mosquea conmigo y con razón.
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