Y no es que yo como ciclista quiera que haya hielo en la calzada, se me queden los pies como dos cubitos y las puntas de los dedos me ardan del frío, pero si luego en primavera voy a tener que ir más abrigado que ahora, pues cada cosa a su tiempo.
Ahora toca mantener el tono, no acomodarse y disfrutar de la bici y poder pararse a hacer una foto de ese rincón por el que pasas mil veces y la mitad sin prestar atención.
Vitamina C para los resfriados
Explorando Collserola
Tibidabo entre las nubes
Preparada para las lluvias
Pies secos
¿Primavera? No, pleno invierno
Munición para la Ariegoise
Escarcha en las cunetas, cuesta de encontrar
Relax después de la batalla
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