Sábado con S de Stelvio

No, no hemos subido el Stelvio, ya nos gustaría. Ese es el nombre de un grupo de globeretes que no andamos ni con la de carretera ni con la mtb. Eso sí a ilusión no nos gana casi nadie.
El sábado con la mala conciencia reciente de los excesos navideños, nos juntamos una buena grupeta, doce que para estar a 15 de enero no está mal.


Aquí las flacas esperando el exceso de equipaje que llevamos algunos.
Nota del Autor: Tengo que lavar la bici antes e que acabe el año.
 

Seguimos con el anticiclón encima, así que si perdonamos la humedad que tenemos por vivir al lado del mar, la temperatura es casi primaveral. Las Costas del Garraf se despiertan esperando la llegada de cientos de ciclistas.


Me adelanto un poco para hacer fotos del grupo, mientras intento cambiar sobre la marcha los guantes de invierno por los de verano.
Comienza a pasarme la grupeta


Hoy no entrábamos todos en la misma foto.


Aquí sigo peleándome con los guantes. El infiltrado alias "el Cuñao" es nuestro importador oficial, está dejando a los chinos sin carbono, jejeje


Llegando al desvío del Garraf, me cae un guante, paro y ya no puedo enlazar con ellos hasta la gasolinera de Sitges, donde reagrupamos. Alfonso ya tiene bastante por hoy y se da la vuelta, el resto seguimos dirección Cubelles.


Momentos de tranquilidad mientras atravesamos Sitges y S. Pere de Ribes.


En cuanto cogimos la C31 la locura. Vicente, Jose y yo nos pusimos a tirar como locos, tenemos que mejorar el tema de los relevos bastante, en vez de sostener la velocidad, íbamos cada vez a más y después del último repecho antes de Cubelles, con el 50x11 llego a ver los 60 km/h mientras las piernas me queman, esto no es volumennnn.
Como podeis entender de este tramo no hay ni una foto.
Parada en la rotonda de Cubelles y unos continúan hasta Cunit, otros volvemos para casa. Ya de tranquis, sin ganas de más palos. Entre Sitges y Vilanova saludo a Nuria que estaba con el maillot de APM, si lees esto, era yo. Ya lo sabes.

En invierno todos los ciclistas nos parecemos más unos a otros. A que no sabeis quien es el de la foto?



Una pista: Puede que la semana que viene nos deje con la boca abierta con su nueva montura.

A la vuelta, Vicente nos marcó un ritmo muy llevadero que hizo que pudieramos ir todos tranquilos.


Increíble la cantidad de tráfico y de ciclistas con los que nos cruzamos. Luego hablas con la gente y no sale nadie a entrenar.


Qué, os apetece un bañito?

Ya en casa, paramos en el bar de Manolo, Pepe, Pedrillo y un servidor. Cayeron unos huevos con lacón que saltaban las lágrimas. La próxima más y mejor.