Tras el parón forzoso en el que estoy, con dos días de rodillo después de dos semanas de inactividad, hoy he salido con la bici. He salido del turno de noche y he cambiado la cama por salir en bici.
Realmente, es algo que no se olvida, aunque eso sí, la forma se pierde de una manera...
Reunión en la rotonda. La grupeta intersemanal al completo Pedrillo, Peter Javi Angel y Oscar o lo que es lo mismo, hoy a sufrir. Camino de Sitges, creo que a la Maladona le han añadido medio km por lo menos. La pila del pulsómetro ha decidido declararse en huelga. Mejor por que hoy debe ir por las nubes. ¡Que bonito es vivir en la ignorancia! A la mínima que aprietan un poco empiezo a hacer la goma, volverles a coger rueda me cuesta un mundo.
No hay fotos, el móvil con el que las hago sin batería, claaaro, tantos días. Seguimos hasta Cubelles donde después de unas deliberaciones, decidimos volver y hacer la pausa cerca de casa. Las Costas las ataco desde el inicio, intento quemar el último bengalazo pero la cruda realidad me pone en mi sitio, sé que después de la cementera hubo guerra, pero no os lo puedo contar en primera persona, por que no estaba allí, jejeje. Al llegar a casa noto mi cerebro recalentado por el sol pero flotando en serotonina, que a gusto me he quedado.
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