lunes, 7 de octubre de 2013

Lo digo o no lo digo...

Venga va, sí, no, sí.
De momento, gana el no, sólo os puedo avanzar que hasta que no la deje montada a mi gusto, dentro de mis posibilidades, nada de nada.
Como tengo una legión de seguidores y lectores, bueno igual no sois tantos pero listos sí, habéis deducido que hay una nueva incorporación en el zulo. No os avanzo nada más.
Va, la última, si es que en el fondo me muero por contarlo. Creo que la nueva me acompañará muuuuchos kilómetros (eso espero).

Salida con el club después de una noche lluviosa, el Ordal con la recta del Lledoner donde mi labor de gregario de Vicente hace que no eche los hígados después de un ataque kamikaze nada más salir de Vallirana. Reencuentro con Jaume después de mucho tiempo sin rodar con nosotros.
 Después de algunas diferencias con algún inventor del ciclismo que todo lo sabe. En fin no quiero darle más bola al asunto, pero me repatean los comentarios de ciertos personajes.
En Sant Sadurní, Jaume y yo perdonamos el almuerzo y volvemos por los Cassots y Begues donde le damos un par de repasos a dos ciclistas que nada hicieron pero este deporte es así. Uno de ellos intentó ganar bajando lo que no pudo ganar subiendo, al final sí que iba la cosa con él, jejeje.

 Jaume y Vicente

Aquí aún en la disciplina del grupo

Después de la lluvia, decido salir con la de montaña, no es plan de tener un susto tonto y acabar negro de salpicones del asfalto. Al ir solo se impone la prudencia, así que tramos de pisteo y alguna trialera de subida


 Rodando voy...


Llegando a la hípica, media vuelta y bajada por el Purga. La lluvia ha hecho estragos en algunas partes de la bajada ya de por si complicada, al menos para un servidor que las pasa canutas, aunque no nos engañemos, soy un ciclista bastante regular, subo mal, bajo mal, llaneo algo mejor, pero no tanto.

Hoy hasta aquí.


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