miércoles, 12 de agosto de 2015

¿ Pero dónde me he metido?

Pues ya no queda nada, pero que nada para la gran aventura de la París Brest. Este mes a parte de una tirada larga de 200 km para comprobar que todo estaba bien, bolsas, guardabarros, piernas... Y sí, todo estaba bien.

 En una gasolinera, un oasis para los breveteros

 Aquí me di media vuelta, demasiada calor


Gracias a la intermediación del presidente de mi club, conseguí una maleta para poder viajar en avión con la bici.
 Primera toma de contacto entre la maleta y la bici

El lunes, susto de los gordos. Un tornillo como estos, que une el plato a la biela, estaba partido. Afortunadamente gracias a Daniel de Artbike que pudo arreglarlo y sustituirlo.


 Tan pequeño y la guerra que dio

Y hoy, la última salida con Daniel y Pere, más que nada por quitar el gusanillo y matar los nervios. Una vez en casa, tocaba bricolaje del bueno. Intentar que todo entrara dentro de la maleta. Finalmente, prueba superada. La maleta cerró. Ahora espero que en los aeropuertos la traten como se merece y no aparezca en Roma o algo peor.

Todo dentro.





 Me da que como equipaje de mano no va a pasar
Casi nada

Solo espero acabarla y poder contarlo.
 

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