El otoño ya está aquí

El otoño ya está aquí, se notan los días más cortos, el frío a primera hora; de todo eso me di cuenta el sábado cuando nada más salir de casa, la luna estaba muy alta todavía en el cielo.

Llego a la rotonda y otra prueba más de la llegada del otoño es que una parte de la grupeta han sacado del baúl las bicis de montaña. Cuando veo a los que hoy van a compartir arcén conmigo, siento un escalofrío, mis ganas de ir a un ritmo tranquilo se esfuman, ya que veo que me van a llevar volando.

Como veis, poca materia grasa, todo lo contrario de un servidor

A pie de costas, Manolo por falta de tiempo se va a subir el Rat Penat!!! Mientras los demás subimos a ritmo "vivace" las Costas. Mi cerebro decide soltarse de rueda y subir a mi aire.

En la gasolinera de Sitges decidimos ir hasta Cubelles y desde allí volvemos un poco más tranquilos.

Bajando desde el Casino de S. Pere de Ribes

Finalmente una Coca cola rápida y para casa, donde dejo una bici, cambio de botas, cojo la otra y marcho al paseo marítimo con los peques para aprovechar la soleada mañana, allí alucinamos con las maravillas que hacen unos patinadores. Yo que a duras penas voy para adelante...

No me canso de ver el mar desde las Costas

Lunes al sol y al aire.

Hoy sí, hoy voy a rodar tranquilo. Con esa intención me visto de romano y me voy camino del Prat, para poder hacer llano.

El viento me da de cara, espero que a la vuelta siga así, aunque si eres ciclista, sabrás que misteriosamente girará a la par que tú, volviendo a darte de cara. 

Llegando al camino de la playa, una mole metálica y de cristal se presenta ante mis ojos.

Es el hangar de mantenimiento para aviones que se está construyendo en el aeropuerto del Prat.

Sólo cuatro datos: Si ha de entrar un Airbus  380 el avión comercial más grande del mundo, imaginad las puertas, el "avioncito" mide 79.8m de ancho 79.4m de largo y 24.1 m de alto.

Cuando llegues con tu bici a un pequeño pueblo de la montaña acuérdate de esto, todos sus habitantes podrían viajar en uno, caben 804 pasajeros en clase única.

Seguimos por el carril bici, al lado discurre el camino de tierra, la Ruta del Colesterol, la llaman así por que los médicos recomiendan caminar y dar paseos ya todas horas hay gente haciendo ejercicio.

Además va bordeando el perímetro del aeropuerto, con lo que en un tramo te pasan los aviones por encima y al rato, casi se te pueden meter en el ojo, suerte de las gafas, jejeje.

Han puesto unos cuantos miradores elevados para que los aficionados a fotografiar aviones, spotters, puedan disfrutar cazando a estos pájaros metálicos.

A la vuelta y sin que sirva de precedente el viento sopla casi a favor, dejándome en casa con la sensación de haber disfrutado un día más del ciclismo

Saludos