Caro no... Carísimo!

 

 

05.10 Suena el despertador, medio zombi, desayuno me lavo la cara y me visto. Llevo mis calcetines de la suerte para enfrentarme a la bestia.

 

06.15 Reunidos en la estación con un exceso de sueño, esperamos al tren que nos va a llevar al punto de origen de nuestra aventura.

 

 

Aquí se ve el ticket que da derecho a participar en esta locura

 

Dejadme solo que voy

 

07. 00 Calafell, este es territorio conocido, aquí empezamos subiendo un poquito, para calentar más que nada.

 

Paseíto hasta Tarragona

 

Este tramo por la N340 es de lo peor para ir con la bici. Arcenes sucios, tráfico pesado a toda leche y para rematarlo los reflectantes que van pegados al suelo, en medio del arcén. Llegamos a Tarragona, el terreno favorable y la frescura en las piernas hace que nos plantemos en un momento.

 

Siempre hay tiempo de regar alguna planta

 

 

Seguimos dirección Reus por la T11, obras son amores... Callejeando por Reus y la indicación para nuestro siguiente pueblo no aparece por ningún lado. Aquí se soluciona todo con un cartel de "totes les direccions" y si no sabes donde vas, yo ya te lo he dicho.

 

No vimos el estuche, pero ha de ser...

 

Finalmente encontramos nuestro camino y rodamos por él a gusto por que por fin la carretera se vuelve un poco más amable con nosotros. Hacemos una parada rápida, café  barrita y poca cosa más.

 

Desayunando a lo pro, poquito vamos.

 

Justo cuando nos íbamos el camarero saca unos bocatas para otros clientes que nos llaman como las sirenas a los marineros para perderlos, pero hacemos oidos sordos y seguimos.

Pasamos Vandellós, aquí la carretera pica hacia arriba.

 

Se van

 

 Veo una de las señales que menos me gusta, la de carril para vehículos lentos y no por que no me guste el dibujo ni las flechas, sino por que significa que vas a estar un rato subiendo. Javi y Peter se van, Jaume y yo nos quedamos a unos 50-70 m. El día amaneció tapado y con ese bochorno, el cuerpo no sudaba, tenías la impresión de ser un dibujo animado con la cara roja.

 

 

 

Arriba del todo

 

Coronamos el coll de Fatxes, al hacer la ruta, no miré el desnivel y claro para no costear todo el rato por la N340, nos metimos por el interior y nos llevamos ese regalito y otro más adelante.  Bajada vertiginosa por una carretera muy bien cuidada y continuamos.

 

Como sufro subiendo

 

Subida otra vez y antes de Benifallet en una gasolinera reponemos fuerzas y cargamos agua, vamos bien de piernas pero la distancia empieza a ser mucha. Desde arriba vemos el Ebro abajo y en un momento estaremos al nivel de río.

 

Tanto subir para luego bajar

 

Estamos ya cerca, los carteles empiezan a señalar nuestro destino final.

 

Ya queda menos

 

Nuestros cuellos giran a izquierda y derecha buscando las antenas, pero la bestia se tapa detrás de una capa de nubes y no se expone a las miradas. El que lo quiera ver tendrá que aproximarse a una distancia tal que le permita soltarte un zarpazo.

 

¿Dónde está Jesús?

 

Tortosa, Roquetes y desvío hacia arriba.

 

Se acabaron las bromas

 

Comienza el puerto con una prueba de fiabilidad para ver si todos los tornillos están bien apretados. Un par de km de parches de todos los colores te hacen botar sobre el sillín.

Atraviesas un puentecito y un poco más adelante dos carriles perfectamente asfaltados y pintados se elevan. Pero, ¿hacia dónde? No sé ve más allí de media montaña, pero aún así impresiona el corte de la carretera por donde serpentea.

 

Desde abajo

 

Desde arriba

 

Voy mal, pero no sé por que. Por desarrollo no será, 34x29 es mucho. Del grupo soy el que más lleva y sin embargo cuando la cosa pica para arriba lo paso fatal. Cuestión de fondo no es, así que seguimos dándole vueltas intentando solucionarlo. No soy de llevar cadencia y entonces abuso de plato grande hasta que ya la carretera me obliga a pasar al 34 con lo que enseguida me disparo de pulso,tengo que tirar de cadencia y no acabo de ir a gusto. Después del rollo biomecánico amateur sigo con la crónica.

La situación es la siguiente. Javi y Peter hace rato que dejaron de ser una referencia, perdiéndose en la niebla. Jaume va detrás mío y mientras me paro en unas paellas a comer y beber por que entre 7 a la hora y 0 hay poca diferencia, lo veo 2 ó 3 curvas más abajo. Vuelvo a montar y sigo retorciéndome. 50 pedaladas supone menos de una por segundo, así que voy a pistonazos. El calor hace que el casco cuelgue del manillar. Carezco de referencias kilométricas visuales, sólo me está permitido ver unos 200 metros por delante, no quise mirar el cuentakm cuando empezamos para no calentarme la cabeza y el vivir en esta atmósfera blanca me tiene desorientado.

 

¿A que da miedo?

 

 No puedo más. Pie a tierra y espero unos minutos a Jaume. No viene, así que me abrigo para la bajada, llamo a Peter para contarle que mi aventura termina aquí.

Ya pienso que Jaume dio media vuelta cuando lo veo llegar. No hace falta hablar mucho para entendernos. Bajamos y en Roquetes encontramos un restaurante, donde al dueño le gustaban las bicis y a pesar de la hora nos sirvió un buen menú, además de guardarlas bajo llave en un local.

Cuando ya estábamos por el 2º llamada de Peter y nos reencontramos, sus caras son un poema, han podido vencer a la bestia pero les ha costado. Después de comer bajamos hasta Tortosa para coger el tren.

 

Pasajeros al trennnn

 

Queda lo más cómodo

 

El expreso del Caro

 

Ya en casa, paramos a darnos un homenaje donde Pedrillo cansados y sucios sin soltar la bici, todos menos Javi que tenía compromisos pero con la sensación de haber disfrutado de una jornada de ciclismo la mar de divertida.

Señores organizadores de la Vuelta, si quieren una etapa reina ahí la tienen y con los tiempos que corren con la SGAE les cedo mis derechos de autor de la misma.

 

 

Y eso que el llegó arriba

 

Lo conseguisteis valientes

 

Por cierto los calcetines de la suerte, deben ser de la mala suerte, por que los llevé en la QH, así que los pobres no sé si tendrán culpa o no, pero un servidor no se los vuelve a poner.