Quien me lo iba a decir, con lo flojo e inconstante que he sido siempre. Desde pequeño empezaba mil cosas y al poco quedaban en un rincón. Esta constancia también se entrena.
Al lío.
Tras pasar una semana completa de agujetas y dolores tras mi bautizo en el descenso, la semana pasada hice una única salida. Siendo las fechas que son, ya está bien un poco de parón, poner las cosas en orden y pensar que proyectos hay de cara al año que viene.
Ya esta semana, estaba un poco más organizado con la vuelta al cole. Salida el martes con Peter y Pedrillo que tuvo que volverse a pie de Costas por unos ruidos en la bici. Íbamos a enfilar a les Ventoses, pero se nos había hecho tarde y tuvimos que dejarlo para el día siguiente.
Llegando al pantano de Foix
Esto no es un pueblo, es un grito
A la vuelta, cogimos un tramo de la C15, en obras. Un caos para el ciclista, no la toméis, por vuestra seguridad
Carretera anticiclista
El miércoles ya salimos más temprano y repetimos el menú
Castellet
El día soleado, les Ventoses nos esperaban, es un puerto sin grandes rampas, tendido y que para tenerlo todo, según comentábamos en la subida le faltarían 3 km por lo menos.
Jamón pata negra D. O. 100% randonneur
En la subida comenté que empezaba el otoño a esta hora aproximadamente pues lo había oído en la radio.
De aquí a 48 h el otoño.
Al día siguiente el periodista reconoció su error y dijo que empezaba el viernes. Yo ya había sacado las pieles del armario, ale otra vez para adentro.
Tramos abiertos de la subida.
Bajamos y desayunamos en S. Jaume dels Domenys, desde allí vuelta por Vilafranca y Begues. Volvemos a la carga.
Tele 5, digame?
La semana que viene, la grupeta Stelvio "despide" oficiosamente las salidas de carretera con un almuerzo, pasaremos a la montaña, aunque ahora que no nos lee nadie, yo seguiré dándole cera a la flaca de cuando en cuando.
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