miércoles, 1 de diciembre de 2010

La salida de hoy

Ayer por la noche no comprobé la presión de los neumáticos.


Esta mañana no me vestí de romano, no cogí las gafas ni el casco ni los guantes. No rellené los bidones.

No noté el frío en los huesos cuando salí a la calle. Las piernas no se quejaban cuando no bajé un par de piñones. Ese camión no pasó cerca de mí como si fuera invisible. El agua no estaba fría cuando no bebía y la barrita no sabía a pienso de gato


Las vistas hoy no eran de postal y el cielo no estaba claro y radiante, no era el día perfecto para salir a rodar km y más km.


Así que decidí que debía seguir trabajando mientras por la ventana no dejaba de llover y dejar mis ensoñaciones para una ocasión más adecuada.

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