Esta semana he salido con la de montaña, la verdad es que he pasado un frío de narices, el invierno ha decidido llegar de golpe y claro uno se acostumbra a lo bueno muy deprisa.
La subida a Begues, sufriendo como siempre en todas las subidas, por tierra o asfalto da igual.Una vez arriba, empieza lo divertido, senderos y pistas, blancos por la helada
Claro que esta belleza tiene un precio, pasar un frío de narices sobre todo en los pies que a veces había que mirar abajo por si seguían allí o no.
Esta foto refleja lo que se siente entrenando en solitario. Lástima de los cables de la luz que estropean el conjunto.
El jueves me desperté a mediodía había trabajado de noche, no penseis que duermo hasta tan tarde y me abrigué por que soplaba un fuerte viento y la sensación de frío era muy intensa. Decidí subir el Purgatorio. Para los que no conoceis la zona os diré que en cinco km, se sube un fuerte desnivel. Aquí podeis ver una de las rampas más duras, justo antes del campo de tiro donde tuve un encuentro muy singular.
Me encontré a un militar con su fusil y toda la parafernalia. Me quedé pensando si sería un cazador, pero el arma no parecía de caza.
Llegado a la cruz de la Clota donde dice la tradición que hay que tocarla para que de buena suerte, sí sí, buena suerte la que tuve luego, se resolvió el misterio. Por uno de los caminos aparecieron dos jeep del ejército y otros soldados a pie.
Quería hacerles una foto pero no sabía como se lo iban a tomar, así que medio disimulando les hice varias fotos. La única en la que se ve algo es ésta. Como veis no me ganaré la vida como paparazzi, jejeje
Después de un recorrido llegué al charco y entre que el miércoles limpié la bici y el frío que hacía, decidí no atravesarlo. No estaba la temperatura como para meter un pie en el agua.
Bajada por el Bori, cruce de la carretera de Begues la valla verde y tiré por la trialera del Jabalí. Aquí tuve un fallo. Decidí arriesgar un poco más de la cuenta.
Un poco más adelante de donde se hizo esta foto, patinaron las ruedas y me caí en la zanja de la derecha. Después del primer momento,me quedé quieto evaluando los posibles daños físicos. El hombro derecho empezaba a palpitar y el sillín me había dejado un recuerdo en la cara interna de la pierna derecha.
La bici parecía que no había sufrido graves daños. El cuenta se había roto y en la pipa de dirección había un arañazo, los frenos rechinaban, pero todo había quedado en eso.
El viernes noté que según el gesto que hacía el hombro se quejaba. El sábado salí con la flaca tres horitas y no noté nada en especial, lo único que me tuve que comer todos los resaltes por que no podía tirar del manillar para arriba.
Com va aquesta espatlla? Un dia d'aquests que surtis sol estaria bé que em fessis de guia amfitrió per la zona de Begues en BTT.
ResponderEliminarCuida't aquesta espatlla !!! BONES FESTES !!!!
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